miércoles, 23 de julio de 2014

Narciso Monturiol y el Ictinio


    
      Narciso Monturiol nació en Figueras el 29 de septiembre de 1819. Cursó la carrera de derecho en las universidades de Cervera, Barcelona y Madrid. No teniendo vocación para ella, no terminó sus estudios, parecía ser predestinado por su notoria inclinación a ser un hombre de ciencia, llevado de un entusiasmo científico sin límites, se lanzó a la resolución de una serie de problemas que se habían planteado a la técnica en el arte de navegar, sin el menor precedente que pudiera tomar como punto de partida.
    Con admirable constancia e intuición aborda la solución de los mecanismos que habían de dar forma a su gran creación; el “Ictinio”, dotado de aquellos adelantos, le permitía navegar sumergido y a flote, con la más completa independencia del ambiente.
    Monturiol botó al mar su primer “Ictinio” en el muelle de la Barceloneta de Barcelona el 23 de julio de 1859.
    Estando las cortes en Barcelona en septiembre de 1860, efectuó una prueba oficial el “Ictinio”, ya que algunos elementos del Gobierno habían demostrado interés por el invento. El general O’Donnell, presidente del Consejo de Ministros, con altas autoridades y hombres de ciencia presenciaron las pruebas en el mar,  quedando muy bien impresionados por ellas.
    El 7 de mayo del siguiente año hizo su segundo ensayo oficial en el puerto de Alicante, en presencia del general Zabala, ministro de Marina, y de Cánovas, del Ministerio de Fomento, directores de centros técnicos oficiales, diputados, senadores y de una comisión técnica nombrada por el Gobierno para informar sobre el buque. La prueba fue un rotundo éxito.
    El público y la prensa se tomaron un gran interés por el “Ictinio” y su inventor, constituyéndose una Junta Iniciadora para ayudar a Monturiol en su empresa.
    Aceptada la solicitud por el Gobierno de Madrid, se publicó una R. O. en la cual se le ofrecía al inventor la financiación para construir un “Ictinio” de 1.200 toneladas, dotado de un cañón y otros elementos ofensivos y defensivos.
    Monturiol, en vista que pasaba el tiempo y nada se veía claro en Madrid, adonde se había trasladado para darle impulso oficial a su proyecto, regresó a Barcelona en el año 1862, cansado de tanto esperar la ayuda oficial.
    En 1864 se constituyó la razón social Monturiol Font Atadill y Compañía, con el objeto de construir de mayores proporciones, con un capital de 1.795.000 pesetas. El nuevo buque estuvo terminado en el año 1866.




    En 1868, por falta de apoyo y ayuda económica oficial y garantía, esta asociación tubo que liquidar sus dos “Ictinios”, que fueron vendidos en subasta y desguazados, con el mayor dolor de todos aquellos que con tanto entusiasmo trabajaron el proyecto de dotar a nuestra patria de las primeras naves submarinas.
    Don Narciso Monturiol, siendo miembro del Partido Federal, fue diputado por Manresa a las Cortes Constituyentes de la Primera República Española en 1873 y, poco después, nombrado director de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
  En 1882 publicó un diario, El Anunciador Financiero. Murió en 1885, arruinado y completamente olvidado, en San Martín de Provensals, una antigua población actualmente agregada en Barcelona. Enterrado en el Cementerio Este de Barcelona, su epitafio reza:
    Aquí yace D. Narciso Monturiol, inventor del Ictíneo, primer buque submarino, en el cual navegó por el fondo del mar en aguas de Barcelona y Alicante en 1859, 1860, 1861 y 1862.
     En 1972 sus restos fueron trasladados a Figueras para ser inhumados en el Panteón de Hombres Ilustres del cementerio municipal.

                                                                                                                
Biografías y Vidas, 2004-2016
aun2016


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